viernes, 28 de agosto de 2015

De vuelta (?)

Es cierto que 2º de bachillerato acaba contigo. La dedicación y esfuerzo que supone me han apartado de mis más queridas aficiones. Pero ya hace más de dos meses que acabó la selectividad y, a pesar de ello, el blog sigue abandonado. ¿Por qué? La verdad es que, para mí, escribir es cansado y lo que necesito (después de muchos viajes jajaja) es descansar, volver a mis aficiones (aunque el blog sea una de ellas) y recuperarme a mí misma. Pero es una pena que este lugar que he creado muera, así que me niego a un abandono completo, a olvidar todo lo que he hecho y que el trabajo sea en vano. Por esto quiero que cualquiera que me lea sepa que no me he ido, que sigo aquí. Es obvio que llevo mucho sin publicar nada, pero de vez en cuando caerán reseñas (al menos si es compatible con la dedicación que me exigirá la universidad) y esto recobrará algo de vida. Así que aquí estoy e intentaré dejar libre algunos huecos para escribir entradas y volver poco a poco. El blog es demasiado importante para mí como para olvidarlo, así como olvidar a los que me han leído. ¡Disfrutad de lo que nos queda de vacaciones!
P.D.: la entrada tiene un bonito y exagerado estilo dramático, fruto de la escritura mañanera. jajaja

Reseña: El diario de Ana Frank de Ana Frank

Este libro es más que conocido, y con razón. Gracias a el podemos conocer, desde una perspectiva interna, la vida de los judíos escondidos durante la invasión nazi. Por este hecho siempre he querido leerlo, y ya que este año he ido a Holanda, encontré el momento perfecto. ¿Cómo visitar la casa de Ana Frank sin conocer su historia? Así que, con vistas a mi inminente visita a Amsterdam, comencé el libro, que justo acabé la noche antes de ir a la ciudad.

Sinopsis
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidos y enviados a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a la sazón una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes. Ana murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.

Los Frank eran una familia normal como cualquier otra. Un matrimonio alemán con dos hijas que había emigrado a Holanda para sobrevivir. Porque había personas que pensaban que no eran normales, que no merecían vivir. Está claro que hablo de los nazis, la familia Frank era judía. Así que, a pesar de no haber hecho nada malo y sin ningún motivo valido, fueron perseguidos por Hitler como tantos otros judíos.

Pero esta historia la vivieron millones de judíos, y el libro solo abarca a esta familia, al menos en un principio. Su protagonista es Ana Frank, una chica de trece años que recibió un diario. Aunque hay una diferencia, pues su diario se convertiría en el testimonio de una guerra cruel, en la voz de millones de judíos que sufrieron su misma suerte. Junto con sus padres y su hermana Margot, Ana debe esconderse en "la casa de atrás", como denominan a la casa escondida en la oficina de la empresa de su padre. Allí vivirán durante más de dos años junto a otra familia y un dentista, siendo ocho en total los habitantes de la casa. Desde la perspectiva de Ana conocemos no solo el horror y dolor causados por la invasión nazi, si no también el mundo interior de la chica y las relaciones entre los habitantes del lugar.

Opinión personal
En primer lugar, es importante saber que un diario no es un libro. Un libro se escribe con el objetivo de que otros lo lean, un diario es personal y por ello, la lectura es privada, en principio solo para la persona que lo escribe. Sin embargo, el de Ana es un poco distinto. A pesar de ser un diario, ella decidió llevarlo más allá del terreno personal y escribirlo para su lectura (una vez que estaba más avanzado). Y es que constituye un memorial del holocausto judío, del sufrimiento y las dificultades de este horrible momento de la historia. Esto es lo importante de la historia. Hay personas que no entenderán por qué tanta atención a una niña, pero es que ella representa, a través de su diario, a todos los judíos que se escondieron en un intento de sobrevivir.
Lo que ocurre con los diarios es que, obviamente, la narración es totalmente personal. Solo llegas a conocer realmente al personaje que cuenta la historia y este te presenta el mundo que lo rodea deformado por su subjetividad, solo así llegas a conocer lo que ocurre y al resto de personajes. Ana es una chica muy peculiar, con pensamientos demasiado maduros para su edad. Ella nos describe su día a día, desde su vida normal hasta el final, pasando por el encierro. Ella narra de una manera cercana lo que para nosotros es algo horrible (así como para los habitantes de la casa de atrás). Pero no se limita a hablarnos de su experiencia allí, también se ocupa de acontecimientos políticos y el estado de la guerra. De esta manera la visión que obtenemos de lo sucedido es muy completa.
Como ya he dicho, Ana es el único personaje al que realmente podemos llegar a conocer. Su personalidad es extremadamente compleja, teniendo en cuenta su edad. Su mundo interior está lleno de complicadas e interesantes reflexiones sobre la situación que vive, así como sobre las personas que la rodean. En muchas ocasiones he sentido que quería ayudar a Ana a ser feliz, a que el peque;o mundo en el que vivía la entendiera, o a que ella lo entendiese. Me gustaría comentar más cosas sobre los personajes, pero debido al carácter personal del diario, hacerlo sería casi un spoiler.
Ana nos muestra el horror a través de los ojos de una adolescente y de esta forma crea un memorial de uno de los más lamentables episodios de nuestra historia.
Por 'ultimo, añadir que me abstengo de puntuar este libro. Como no es un libro al uso, no creo que yo ni nadie podamos puntuarlo justamente. Es una historia completamente real y un diario, no una novela normal.
Bueno, algo más si que tengo que añadir, pero ya va más allá del libro en sí. El motivo de que me leyera ahora el libro es que iba a ir a Amsterdam y para mí la visita a la casa de Ana Frank era indispensable, así que qué menos que conocer su historia. La casa se ha convertido en un museo de su historia y todo allí te permite conocerla. Más allá de la tristeza de lo que se cuenta, lo curioso es que, como lo que cuenta el libro es real, puedes ver la realidad que narra. En mi opinión es una visita obligada si vais a esa preciosa ciudad.